Descripción
‘Su fantasía tenía tal fuerza expresiva que sus manos no podían desarrollar las formidables y monstruosas ideas que creaba su mente, lo que a menudo hacia que dejara inacabadas o destruyera sus obras; supe que, poco antes de morir, había quemado toda una serie de esbozos, bocetos y cartones, para que nadie supiera los esfuerzos que había realizado ni las dificultades a las que había sometido su inigualable talento, simplemente para que nunca se conociera de él más que la suma perfección.’