Descripción
La tecnología de la “tierra cruda” considerada como optima desde el punto de vista del equilibrio y protección del medio ambiente por ser poco agresiva -si el tratamiento para la construcción es el adecuado-, constitutiva de soluciones útiles para resolver las necesidades habitacionales en medios rurales, e identificatoria de segmentos específicos de periodos históricos de la arquitectura, se presenta como una parte insustituible del patrimonio de la Humanidad. Su preservación y restauración es indiscutible pues si se pierden, no dejan trazas, huellas. Silenciosamente se disuelven disgregando en cada una de sus partículas a la propia historia que poseían. Y eso no es admisible pues en su pérdida, la arquitectura de tierra cruda deja de representar un signo natural y espontáneo de pertenencia de la vida social. Ni tan siquiera un monumento vacío de actividad cotidiana. Polvo fue, en polvo se convierte y solo la nada llega a ser testimonio.