Descripción
La pincelada está viva, se mueve, serpentea, sube y baja, da un giro, vuelve, se enrosca, ondulo, se espírala, zigzaguea. No se detiene!
Sturgeon se revuelve los pelos, mordisqueo el pulgar, se ríe, achina los ojos. Es ese conjunto y gestos que se repiten: la picardía, la aventura, el movimiento. Hay algo de aquel chico travieso que fue -que es- en su forma de encarar la pintura y la vida. El desorden. Esa libertad.
Sturgeon se aburre rápido de las cosas. El cambio es su forma de vivir. Y de pintar. Siempre distinto. Reinventándose desde cero cada vez que la monotonía Llega pare quitarle el gusto a la vida. Por eso no hay una obra igual así misma en toda su trayectoria. “Mi obra es ecléctica. Sin estilo. No me interesa el estilo. Me parece deprimente.