Descripción
Hijo de un molinero. Rembrandt (1606 1669) fue encumbrado en su época a la condición de maestro de la pintura holandesa, para luego ser dejado de lado, cuando las deudas y la indiferencia comenzaron a cercarlo. Hoy no cabe duda: es un maestro de la pintura universal y de todos los tiempos, acaso porque nadie como él supo expresar su entorno inmediato y la época que le toco vivir. Retrato a sus vecinos para poder plasmar a los héroes de la biblia o los dioses del Olimpo de modo que en la historia fantástica que recreaba en sus telas todos pudiesen reconocerse. Solo un humanismo como el suyo pudo descubrir los sutiles hilos que unen el cielo y la tierra.