Descripción
Escrito en los últimos años de la vida de Ruskin (1819-1900), este libro estaba, según Colingwood, «destinado a ser respecto de Las siete lámparas de la arquitectura lo que La catedral de San Marcos era respecto de Las piedras de Venecia, una guía arquitectónica a la vez que una exhaustiva interpretación iconológica de la catedral de Amiens, «la catedral gótica por excelencia», en palabras de Proust, quien en su famosa «Jornada de peregrinación» a Amiens toma el libro de Ruskin como prontuario y brújula. Pero la Biblia es sobre todo, como recalca Proust, el pórtico occidental de la catedral, «un libro de piedra, una Biblia en piedra», cuya descripción a manos de Ruskin compara el novelista francés con los cuadros de Claude Monet, «donde se descubre la vida de esta obra de los hombres